
Parte esta anécdota cuando Romeo era muy pequeño y le explicábamos el significado de lo que es un juego de "rompe cabezas", claro esta que en su imaginación solo cabía la imagen literal de alguna maquina hecha para romper cabezas, cosa que le llamaba mucho la atención, pero que se aminoro cuando se dio cuenta de la realidad, no le entretiene armar un rompecabezas después de haberlo completado. El punto es que hace unos días me dice,
-¿puedo ser yo un rompecabezas?
- tu sabes que no...
- mmm...
- ¿y para que quieres ser uno tu? - Pregunte
"PUES PARA QUE ME ARMES BIEN"
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